Lo habías pensado?
Hace años que esta idea me gustó, me pareció una metáfora muy gráfica para ayudarme a mi y a otrxs a comprender qué son las emociones, esos fenómenos tan complejos cuyo funcionamiento está aún descifrando la neurociencia.
Tu GPS, tu Google maps, parece fácil verdad?
En cambio, cuantas más personas acompañó tanto en grupo como de forma individual, más descubro lo difícil que es aplicarlo en el día a día, lo que nos cuesta desarrollar esa preciada competencia que es la consciencia emocional para después poder regularnos y hacer que nuestras emociones trabajen para nosotrxs y nos ayuden a tomar decisiones adaptativas que nos acerquen más a la felicidad.
El automatismo generalizado es el contrario, desconectarnos de toda esa excitación y de esas señales corporales que a menudo son difíciles de sostener cuando nuestras emociones son desagradables. Hacer cosas para desactivarlas en el cuerpo y para disolver el componente mental de la emoción, las ideas y pensamientos, es lo que suele apetecernos. Pero todas, absolutamente todas nuestras emociones son información importante para cada uno de nosotrxs como seres únicos e irrepetibles que somos.
A diario comprendo lo difícil que resulta, y me acompaño y acompaño a otrxs a reaprender esas habilidades tan humanas en las que nos hemos entrenado tan poco. Trabajar para potenciar nuestra inteligencia emocional es difícil si, pero merece mucho la alegría, no la pena.
Te animo a escucharte, sentirte, hacerle espacio a lo que sientes para trascenderlo y para atreverte a seguir ese camino que tu GPS interno te marque. Parar, respirar, ir paso a paso…no te preocupes si vas despacio, a menudo cuando vamos lejos, vamos lento. Y está bien.